El miércoles 27 de noviembre se llevó a cabo el cierre de los talleres municipales en el Centro Integrador Comunitario (CIC) del barrio Soemga. La actividad, que marcó el fin del ciclo 2024, fue un emotivo reconocimiento al trabajo y la dedicación de los vecinos, docentes y coordinadores que participaron en los distintos programas a lo largo del año.
El director de Educación José Morán, expresó su satisfacción por el impacto positivo que los talleres han tenido en la comunidad. “Estamos muy contentos porque acompañamos el cierre de talleres del CIC del Soemga, donde se hace un trabajo espectacular. Se ofrecen una gran cantidad de actividades, desde costura, peluquería, dibujo, ornamentación y panadería, hasta apoyo educativo en el CAE. Estas iniciativas no solo generan oportunidades de salida laboral, sino que también brindan contención y fomentan el compañerismo”, destacó.
Los talleres, que este año registraron un notable incremento en la participación de vecinos, además de formar habilidades técnicas, pretende potenciar el desarrollo personal y social de los asistentes. “Muchos de ellos encuentran la posibilidad de emprender y crear su propia marca o negocio, lo que refuerza la autogestión y la independencia económica”, agregó el funcionario.
Por su parte, Alicia Morales Coordinadora del CIC, resaltó la diversidad de propuestas y el valor social de los talleres. “Hoy presentamos los productos realizados por alumnos y profesores. Entre las opciones destacadas están los talleres de marroquinería, panadería, folclore, tango, arte reciclado, y un especial taller de juegos tradicionales, que buscó desconectar a los niños de la tecnología y reconectarlos con las actividades manuales y grupales”, explicó.
Claudia, participante del taller de marroquinería, compartió cómo su experiencia en los talleres la ayudó a superar un momento personal difícil y a transformar una actividad manual en un proyecto propio. “Comencé el año pasado como una forma de desconectarme y terminé lanzando mi marca, Vida y Gracia. Gracias a las técnicas aprendidas y al apoyo de mis compañeras, ahora puedo vender mis productos. Para algunas de nosotras, este trabajo es una fuente de ingresos; para mí, además, es un cable a tierra”, relató emocionada.
El evento cerró con muestras artísticas, radioteatros y bailes tradicionales, reflejo de la diversidad de edades y talentos que enriquecen los talleres, celebrando el aprendizaje alcanzado y el fortalecimiento de la comunidad, encontrando en estos espacios una oportunidad de crecimiento colectivo.
